Si formas parte de una banda de música o una coral, probablemente estés utilizando WhatsApp como medio habitual de comunicación en tu comunidad musical. Calendarios, comunicación, repertorio, novedades… Crear un grupo de WhatsApp es rápido y gratuito, por lo que su uso está muy extendido.
Desde su lanzamiento en el año 2009, Whatsapp ha sido una verdadera máquina de crecimiento. Esta aplicación de mensajería instantánea cuenta con más de 2.000 millones de usuarios activos cada mes y un promedio de 100.000 millones de mensajes al día. Nada pero que nada mal. La utilizamos tanto a nivel personal, de forma más informal, así como de forma más profesional en función del contexto.
Sin embargo, ¿es la opción más adecuada para mi agrupación musical? ¿qué riesgos estamos asumiendo al utilizar WhatsApp como herramienta principal de comunicación?
1. Fomentar la asistencia a ensayos y conciertos
La asistencia a ensayos y conciertos por parte de los músicos es un elemento clave para el funcionamiento de una agrupación musical. Al estar utilizando grupos de WhatsApp, es probable que no estemos fomentando la participación y la motivación de los músicos en el día a día. ¿Quién no se ha sentido cohibido antes de interactuar en un grupo de 20, 30 o 100 personas?
A través de una solución específica como Glissandoo, ofrecemos recompensas automáticas por asistir a ensayos y conciertos, fomentando así la interacción con el grupo. Puedes leer más sobre gamificación en el siguiente enlace.
2. Previsión de asistencia automática
Disponer de la previsión de asistencia para ensayos y conciertos es otro elemento clave para poder planificar de la mejor forma los próximos compromisos de la agrupación. Sin embargo, obtener la previsión de asistencia para todos los ensayos y conciertos a través de una herramienta genérica como WhatsApp es una tarea bastante complicada, especialmente cuando se trata de un grupo numeroso.
A través de Glissandoo, obtener la previsión de asistencia para ensayos y conciertos se convierte en una tarea sencilla.
3. Tiempo invertido en organización
Aunque un grupo de WhatsApp lo soporta prácticamente todo, no está pensado para la organización de una agrupación musical. Por ejemplo, compartir las partituras por WhatsApp es una forma poco eficiente de realizar esta tarea e implica ciertos riesgos en cuanto a privacidad.
Además, podemos perder muy rápidamente de vista el archivo compartido, quedando escondido entre líneas y líneas de mensajes, o puede caducar el enlace. Otras acciones como realizar encuestas o pasar lista en un ensayo, no son posibles de realizar a través de una herramienta genérica como WhatsApp. Como resultado, acabamos invirtiendo más tiempo del necesario en tareas de gestión y organización.
4. Personal vs Agrupación
WhatsApp está pensado como una aplicación de uso particular y privado, utilizada mayoritariamente para comunicarnos con nuestros amigos y familia.
Al trasladar el día a día de nuestra agrupación musical a un grupo de WhatsApp, los miembros deben compartir su teléfono móvil y ceder un espacio de comunicación privado para un uso grupal. Es posible que, si hay demasiados mensajes, los miembros puedan silenciar el grupo.
¡Nos vemos en el próximo ensayo!
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