Según un informe del Global Council on Brain Health (GCBH), la música estimula muchas áreas cerebrales de la persona, como la memoria, el movimiento y el estado de ánimo.
Además, de acuerdo con un estudio realizado por la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la música destaca por sus poderes terapéuticos, ya que puede reducir los efectos secundarios en un tratamiento contra el cáncer, ayudar a recuperarse tras un derrame cerebral y fortalecer el movimiento en las personas que padecen Párkinson.
No solo ayuda a nuestra salud cerebral, ya que liberamos dopamina y nos hace sentir mejor, sino que también, nos empuja a adoptar un estilo de vida donde incluimos la actividad física.
Pero… ¿Sabrías decir exactamente cuáles son sus beneficios?
7 beneficios físicos
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Reduce el dolor físico: la música nos permite reducir el dolor en un 21%, ya que liberamos endorfinas que actúan como analgésicos naturales.
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Reduce la presión arterial: algo tan fácil como dedicar 30 minutos al día a escuchar música clásica u otro tipo de música puede reducir nuestra presión arterial.
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Mejora la circulación sanguínea: se activa la segregación de óxido nítrico en la sangre, lo que provoca que se dilaten nuestras venas y mejore la circulación.
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Activa y regula nuestra frecuencia respiratoria, la frecuencia cardiaca y la saturación de oxígeno.
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Mejora la coordinación de grupos musculares: al leer notas musicales, el cerebro las convierte en patrones motores al mismo tiempo que controla tu respiración y el ritmo.
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Fortalece el sistema inmunológico: la música potencia la creación de glóbulos blancos y plaquetas que protegen las células frente a algunas patologías, un hecho que nos protege y que hace menos probable que enfermemos.
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Afecta positivamente a la función endocrina y al metabolismo.
7 beneficios mentales
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Activa nuestro cerebro: la música activa nuestras ondas cerebrales, con las que conseguimos un mayor nivel de concentración y un pensamiento más alerta. ¿Sabes que la música de Mozart es capaz de activar casi al 100% tu cerebro?
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Reduce la ansiedad y aísla el estrés: aproximadamente el 25% de las enfermedades están asociadas al estrés y a la ansiedad. Gracias a la música, podemos rebajar los niveles de cortisol, la hormona relacionada con el estrés.
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Mejora nuestro estado de ánimo: nos motiva en nuestras actividades diarias donde liberamos dopamina, la hormona del placer y además, estimula nuestra imaginación y creatividad.
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Nos hace ser más optimistas: la música nos hace ser personas con un carácter más alegre, por lo que nos aleja de la depresión y de los pensamientos negativos.
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Facilita la atención y el aprendizaje: al interpretar música debemos estar atentos a muchas cosas como el tono, el ritmo, el tempo… y si además, se hace conjuntamente, implica una mayor concentración entre los demás músicos y tú.
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Dormimos mejor: con la música nos evadimos del mundo real, el cuerpo se relaja y conseguimos un sueño reparador, cosa que contribuye a tener una vida más saludable.
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Aumenta el rendimiento: aumenta la toma de decisiones responsables, nos ayuda a buscar soluciones a nuestros problemas y evita así nuestro envejecimiento cerebral.
Ahora que conoces algunos de sus beneficios, ¿qué tal dedicar 30 minutos al día a la música? ¡Nos vemos en el próximo ensayo!
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